Corto ensayo sobre los miedos

Basado en la experiencia expresiva artistica y la tarea colectiva realizada por Buchbinder y Matoso en el instituto de la mascara.

En la reflexión, la autoria compartida, una frase deja de ser de uno para transformarse, en la discusión, intercambio y difusión en frase de dos y luego de todos. Y sabemos que esta primer persona que dice nos abarca a todos los que participamos de dicha confesión.
Creo  en la tarea colectiva y adhiero a cualquier expresión que se transforme en valida por su uso y liberación.
Por ello la mascara ha sido útil en mis días, cubriendo con ella mis miedos.
Un hilo de sangre le da continuidad a nuestro ser personal y social y es en nuestro rostro donde se manifiesta la historia…nuestra historia.
La mascara nos da un fenómeno de ruptura que produce mas cuestionamientos a usar..s esconde y revela, nos impacta y transforma, nos emociona y desestructura…nos despoja.
Toda acción humana lleva implícita el uso de mascaras, nos conecta a nosotros y a los demás siendo integradora de los aspectos conscientes e inconscientes de la personalidad, dándonos seguimiento en el tiempo.
Todo nuestro ser late a pesar de nosotros de una manera particular y compleja.
Eso somos…partes cubiertas o descubiertas que se fusionan con la mascara o sin ella.
Si a todo lo expuesto le agregamos el reflejo…constata la veracidad, intensidad y variabilidad de las historias. Solo salimos del reflejo cuando el vinculo interno es fuerte, cuando nuestra piel impregnada se marca como tatuaje, como sello…los limites entre realidad y sueno surgen del reflejo.
Miles de mascaras de nuestro cuerpo adquieren fuerte significado, los rasgos surgen potentes, se revelan, salen a la superficie. Como un gran rompecabezas nos dan la posibilidad de incursionar en otras fantasías y mitos, que nos reflejan y nos muestran nuestra llenitud y vacío segmentados.
En las ranuras de lo dicho aparece el instante, el del impulso, donde brota el inconsciente, con una palabra, un grito, una imagen, un recuerdo y completa nuestra realidad…pero el gesto permanece y flota…y persiste hasta que se va.
Y puedo ser coherente de mi incoherencia para entender, soy yo con los que me ven y los que no, trabajando en la relación con el otro.
Al escondernos detrás de otro rostro (mascara), dejamos de ver aquellas zonas que normalmente queremos ocultar.
Tenemos alguna zona preferida?
Todo depende del  momento…creo que nos transformamos en » colectivos » y esta imagen transferida se forma por proyección…ocultando, revela…y la mirada colectiva lo acentúa, solo tenemos que definir el encuadre.
En algunas comunidades aisladas la mascara sobrevive en una imagen, como defensa, como concepción del ser, no como ego.
Toda nuestra vida queda comprometida a que nos paso y como pasamos nuestro tiempo, nuestros días, infancia, adolescencia, juventud y madurez.
Es impresionante lo que nos da para el resto del camino lo que vivimos en nuestra niñez, lo que nos falto, sobro, decepciono, lo que nos amo y amamos…de esa manera es que luego vamos a señalizar nuestra ruta.
Es una transición entre lo interno y lo externo.
Creando o poniéndonos mascaras nos sumergimos en el juego, creamos un espacio para el y así descongelamos las situaciones que nos dividen, que nos encierran.  Cobran vida personajes pertenecientes a fantasías, que en esa realidad, se expresan, incluyendo la emoción.
Nos relacionamos de distintas maneras con lo imaginario y con lo real y de esa forma podemos saltar de un mito a otro para avanzar, para proyectar, para superar y por la conexión con otros personajes o historias.
Que vemos cuando miramos al otro?
Que observamos …el cuerpo, la cara, sus mascaras?
Tratamos de comprenderlo en una unidad. El reflejo es de mucho valor en todo esto porque nos permite conectar lo que sentimos, lo que creamos y con lo que nos identificamos.
Cuando somos capaces de diferenciar una mascara de la realidad?…de lo siniestro, muerto, vivo o desconocido?
Con la sonrisa nos empezamos a reconocer.
No se concibe al ser humano sin mascara. Somos una entera relacion-conexion con el otro a través del relato de una historia que crece con tanta intensidad como la muerte, el amor, la vida, el poder, la alegría, la atracción y el rechazo.
Hay suenos que duran toda la vida y vidas que lo son y todo se cristaliza al instante.
De alguna manera…hay un encuentro entre historias…y también el reflejo…con sus diferentes posibilidades…la mascara hace que dejemos de existir…al menos por ese instante.