El arte del decir…

koryu-nishikawa

Para iniciar con buen tino estas comunicaciones, ofrezco una danza onírica, con pie firme, de tradición Japonesa, como antesala de lo que creo, y segura estoy, del éxito de mis letras en tu cabeza.
Sanin Sambaso: salud!
Bienvenidos a lo que pretende ser una mirada intensa y sin aspavientos del arte de expresión en movimiento.
Les contare, con intervalos, diferentes trabajos, compañías, destaques, ideas, pensamientos, de todo lo que se cruce en mi camino, esa es la idea, compartir y transmitir lo que mis ojos vean, lo que mi alma estremezca, a fin de enriquecernos y colaborar en difusión y armonía a lo que creo firmemente…que el arte nos salva.
Fiel defensora del trabajo en equipo me doy  el gusto hoy de conversar sobre el trabajo de una increíble familia Japonesa.
En su cuarta generación, la familia Nishikawa, se encarga de preservar su tradición, en particular Koryu Nishikawa, que adapta y mejora constantemente, un arte de las marionetas que particularmente adopto y agradezco.
Kuruma-Ningyo se denomina. En este arte no hay hilos, ni varillas a la vista, no se necesitan tres personas como en otros. Es el titiritero en su soledad con el objeto, regalando a su proyección (por intermedio de un carrito con tres ruedas), desplazamiento, brazos, piernas y manos libres, creando un juego articulado y mágico, dando la sensación de una unidad inusual entre títere y titiritero. Asi se mezclan el arte escénico, el baile, el decir con o sin palabras, la música, el silencio del movimiento.
Las posibilidades son infinitas, tantas como el alma del titiritero-manipulador, viajes, amores, espíritus, transformaciones, apariciones y desapariciones.
La perfecta proyección del titiritero se da cuando ya no se antepone su presencia en nuestros ojos y solo nos conectamos con el objeto-marioneta, creando un lenguaje de acuerdo a nuestra vida interior, en comunicación con dicho objeto.
Como por arte de magia, y por la bendita proyección de sus manos, todo cobra vida y los instantes se dan intensos, vividos, efectivos, dramáticos y en éxtasis…en perfecta unión.
Mejoremos nuestra comunicación…a mover todo nuestro ser en busca de ello y convoquemos a las nuevas generaciones a hacer carne y sentido el arte del decir.
Salud titiriteros del mundo!

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